Cada estación tiene su prenda fetiche: en invierno las pieles, en otoño la trench, en primavera el vestido de flores, y en verano el sombrero de paja.
De hecho, creo que la mayoría siempre llevamos uno en nuestra bolsa de playa. Ya sea para cubrirnos la cara mientras nos torramos al sol, o para intentar disimular los rebeldes rizos causados por el salitre del mar. Desde luego, es una buena excusa para hacernos con el más mono de todos.
Sí es cierto que no todo sombrero favorece a cualquiera. Pero gracias a la gran variedad de diseños que podemos encontrar, ese será el menor de nuestros problemas. De hecho, el dilema va a ser cuál escoger entre todos!
Aquí os dejo mis favoritos siguiendo las tres tendencias: pamelón bordado, canotier y visera.




Y a tí, ¿qué se te pasa por la cabeza?
With Love,
J.